Cada término tiene su etimología, su historia evolutiva y uso actual, hasta el punto de que en ocasiones el entendimiento y uso común no siempre coincide con su origen etimológico. En el caso de la innovación, procede del latín innovatio, lo cual lejos de ser una curiosidad lingüística resulta de capital importancia para la delimitación de este concept
o. De acuerdo con su origen etimológico, la innovación vendría a ser la acción y efecto de crear algo nuevo (en el contexto empresarial nuevos productos o servicios). Definida en su forma más pura, sin matices valorativos, la innovación se muestra en su verdadera naturaleza como la búsqueda de nuevas soluciones, las cuales pueden suponer o no una “mejora” respecto de las ya existentes.
Este matiz resulta muy relevante, puesto que el resultado final de cada iteración de un proceso de innovación no necesariamente supone una mejora en términos absolutos. Y, en todo caso, toda valoración as respecto será relativa a cada contexto. Innovar es como adentrarse en un bosque a oscuras con una brújula, puede que tengas una idea de la ruta, pero el camino siempre es imprevisible. Abrazar la innovación es asumir la incertidumbre intrínseca a la exploración de nuevos horizontes, aceptar la posibilidad de no llegar a buen puerto.
En todo caso, incluso
cuando el resultado de un proceso de innovación supone aparentemente un fracaso, puede encerrar más valor que muchos éxitos. En ocasiones, no sólo es relevante saber lo que no funciona, sino que ello puede ser necesario para despejar el camino hacia lo que si funciona.
Una vez despezado el mito en torno a la innovación, y aceptada está en su verdadera naturaleza, estamos preparados para esbozar algunos consejos sobre cómo imbuirse de innovación en proyectos empresariales.
El primer aspecto importante es que la innovación empresarial no se articula como un departamento o un proyecto, es una forma de actuar, una forma de proporcionar productos y servicios. Por este motivo, el primer paso es entender la acción empresarial en su vertiente innovadora para imbuir de dicho espíritu todos los aspectos de la organización. En este sentido, no se puede tener una organización innovadora sin tener espacios adecuados para la innovación, equipos de trabajo pensados para la innovación y metodologías de trabajo para la innovación.
Es importante formar equipos de trabajo adecuados que trabajen en un entorno propicio a la colaboración e intercambio de ideas. Igualmente, no se debe elegir a los integrantes únicamente en función de su talento y aptitudes, sino en base a los perfiles que necesitará el grupo en conjunto, como una banda de música en la que debe haber diversos instrumentos. Para el éxito de todo proyecto es necesario, al menos, los siguientes tipos de perfiles:
En cuanto al espacio de trabajo, su diseño debe adaptarse a cada proyecto y metodología de trabajo debiendo ser en todo caso acogedor, cómodo, funcional y que favorezca la colaboración del equipo.
Si nos centramos en la metodología, por su naturaleza, los entornos empresariales son muy proclives a tomar perspectivas sistemáticas. En el caso de la innovación, aunque resulta especialmente completo por su incertidumbre intrínseca, si es posible definir un enfoque sistemático. Es decir, resulta posible identificar una serie de herramientas metodológicas universales de utilidad para hacer frente a todo proyecto innovador.
El primer elemento que debemos integrar en nuestro kit de herramientas metodológicas de innovación son los principales patrones de innovación. La mayor parte de las innovaciones responden a uno o varios de los siguientes patrones de innovación:
El hecho de que se identifiquen los anteriores patrones de innovación no implica que toda innovación surja de procesos intencionados vinculados a dichos patrones, sino que incluso los descubrimientos casuales se pueden asemejar a ellos. Esto patrones nos permiten analizar cada patrón para buscar técnicas para diseccionar problemas y abordarlos de un modo sistemático siguiendo para uno de los patrones como rutas posibles hacia nuevos productos o servicios innovadores.
Cómo transcribir los patrones de innovación previos en metodologías de trabajo con las cuales abordar la innovación será objeto del siguiente artículo.
[sgmb id=»1″]
1 Comment so far
Fernanda HenríquezPublicado en 1:10 pm - Dic 7, 2018
Excelente artículo! Me interesa bastante ya que estudio marketing en https://www.uautonoma.cl/ y los docentes siempre están exigiendo crear y aportar cambios en nuestra área, enfocados en un pensamiento innovador.
Saludos!